Un poco de todo

Bueno, ahora sí que he estado desaparecida. La verdad no he escrito mucho, sigo leyendo demasiado. Con respecto a LGSIII tengo todo el final planeado en mi cabeza, pero no me he animado a escribirlo. Calculo que deben faltar unos 4 capítulos incluído el epílogo, sin embargo, como dije, no logro avanzar mucho. Lo siento.

He comenzado a escribir otras historias, algunas dentro del mundo de Peumayen, pero sin estar directamente relacionada con lo que pasa en Los Guerreros Solares, especies de spin off o algo por el estilo.

Además, decidí probar con editoriales, como puse en otra entrada. Todavía estoy esperando, en algunos casos la respuesta afirmativa puede llegar hasta un año después, si es que llega, si no lo hace hay que asumir que es un no. En una editorial ya pasó el plazo. Mandé El Bosque de Bollelemu, que es otra historia de la que les hablé, puesto que LGS no es inédita pocas editoriales se interesarían en publicarla. De todos modos supe que a Planeta no le importa, así que planeo llevarles un ejemplar pronto y ver qué sucede.

Comencé escribiendo para mí, porque me divertía y de alguna forma llenaba vacíos que habían en mi vida, pero ahora también lo hago porque quiero que otras personas lo lean y eso me frustra bastante. La historia llegó a un punto muerto donde parece que nadie más la lee y si lo hacen no lo comentan, por lo que me resulta imposible saberlo. Para los escritores independientes un comentario es lo máximo que podemos recibir y nos ilumina el día como ustedes no se imaginan, así que si pueden dejar un comentario o un mensaje, háganlo (no necesariamente conmigo, esto se aplica para cualquier historia que lean por ahí).

En fin, de todos modos no dejaré de escribir porque está todo en mi cabeza. No puedo dejar de pensar en escenas nuevas y en qué va a pasar. Amo lo que hago.

Estoy algo deprimida por como se ve estancada la historia (en cuanto a lectores) y eso que nunca fue muy popular.

De todos modos gracias por pasarse y leer (asumo que alguien debe hacerlo).

Un abrazo gigante y perdón por todo el testamento y depresión desparramada por él.